viernes, 14 de noviembre de 2008

A ella



A ella. La que apareció una mañana de invierno. A ella que se hizo de rogar, pero al final terminó atracando con un flaco de peinado extraño que no tenía mucho que ofrecerle. Aún guardo tus cartas, cargadas de TQM inconfundibles. Aún recuerdo nuestras tardes tomando helados de una luca y conversando de nada. Y nunca olvidaré el 4 de octubre. Tú me enseñaste todo, bueno casi todo. Me enseñaste a amar, a abrazar, a besar, a sonreír, a llorar, a acariciar, a gozar, a cambiar, a saltar, a tomar siestas, a escuchar buena música, a ser conchudo, a cagarla. Pero sobre todo a disfrutar los buenos momentos y es que pasamos tantos que no podría escoger uno favorito, pero estoy seguro que ocurrió en una cama o en un sillón. Ella es la persona que más me ha querido en la vida. A ella, mi princesa y mi compañera ideal.

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A ella. Mi amor a distancia. Nos conocimos en tierras platenses un día antes de dejarlas y la conexión fue instantánea. Nos dijimos todo lo que teníamos guardado sobre el mundo y de nosotros mismos. Y tus manos…. Y tu cuerpo prohibido… Y tus palabras intensas…. No sé por qué borré tus correos, porque fueron lo mejor que alguien me escribió. Me cago de risa de como planeaba desesperadamente regresar a la Argentina y terminar mi carrera allí. Sin embargo, es cierto lo que dicen. El amor a distancia no funciona… De todas maneras, aún tengo tu carta, la única prueba tangible de este amor platónico y clandestino. A ella le digo que aún tenemos asuntos pendientes.

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A ella. Mi mejor conquista, porque fue una conquista. A ella no le dije una palabra, no estábamos borrachos y me secuestró a una carpa de playa. En medio de nuestra lucha contra el espacio reducido me preguntaste si te iba a llamar al día siguiente. ¿¿¿¿Qué clase de pregunta es esa???? Y luego se quejan de que los hombres son aprovechados. No importa, la pasamos más que bien. No pude llamarte porque eras amiga de una amiga con la que yo tenía una historia (que áun no contaré) y que nos armó un escándalo cuando se enteró. Un par de meses después fuiste elegida Miss Perú Mundo y yo sonreí para adentro. Qué rico!!! A ella.

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A ella. Una de las más inteligentes que he conocido. Y definitivamente una de las más locas. Tú me gustabas mucho, pero presionabas bastante y eso no va conmigo. A ella, la que no sabía que era tan linda. A ella, la flaquita de pelo rojo así como el foco de su cuarto… A ella, la chica de los contrastes. La tímida que le encantaba morder y que mordía fuerte. A ella, la que esconde detrás de una vestimenta extraña un alma pura y simple. A ella, a la que cada día veo más contenta y realizada.

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A ella. Una de mis mejores amigas. Con ella si pasamos todo. Con ella nos conocíamos a la perfección. Ella sabía mis huevadas y yo las suyas. Pero en estos casos siempre pica el bicho de la curiosidad… ¿Y cómo sería con ella?, nos preguntamos todos. Bueno, con ella no funcionó. No solo no funcionó, sino que le hicimos daño a la amistad que teníamos. Fue una pendejada rica, pero bastante tonta. El tiempo curó las heridas y solo nos acordamos de nuestro estúpido chofer. A ella, que ahora vive en París y a la que extraño un culo.

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A ella. La que nunca atracó. NUNCA!!! A ti que estabas riquísima y que me calentabas bastante. La que quería el carro, la plata y la buena profesión. La que me hizo comprender de que no solo con voluntad se logran las cosas y que hay otros factores que importan para ellas. A ella, que es una nena... una niñita engreída. A ella, de la que terminé siendo su “mejor amigo”. Maldición!!! A ella.

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A ella. La despechada. Ella sí que me sorprendió. En todo sentido. Porque sabías perfectamente quien era yo y con una mirada maliciosa me sedujiste hacia un sótano clandestino. Estabas molesta con el amor y eso era obvio. Después de una noche bastante torpe pasamos una mañana increíble que me dejó pensando días de días. Poco a poco me fui dando cuenta de tu obsesión por explicarlo todo, de tus otras miradas (las inocentes), de como te habían roto el corazón... Y lo entendí mejor. Fui usado por primera vez y me gustó. No voy a olvidar eso. A ella, la que quiere controlar todas las situaciones, incluso al amor.

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A ella. Como me voy a olvidar de ella. La que me raspó el corazón. A ella, a la que quise secuestrar en una noche barranquina. A ella, la que despertó a mis ángeles y demonios. A la que le he dicho todo y por la que hecho cosas que nunca hice por nadie. A ella, la que me desarma y me desconoce. A ella, la que me regala su única sonrisa y le da sentido a la poesía. A ella, la fotógrafa. A ella, mi cómplice. A ella, mi linda bailarina. A ella, el cielo. A ella, la seductora. A ella, la confundida. A ella, la que fue descubierta. A ella, la que se escapa. A ella, la causante de todo esto. A ella, la inalcanzable mujer.

2 comentarios:

Unknown dijo...

muy muy bueno amigo, excelente.

Unknown dijo...

Esse papo ja esta qualquer coisa, voce ja esta pra là de marraketch mexe qualquer coisa dentro doida ja qualquer coisa dentro doida mexe ..........................

Paris,France