martes, 2 de diciembre de 2008

Carta al Maestro


Hola flaco, ¿cómo andas? Me dicen que estás recuperándote poco a poco y que, según palabras tuyas, nunca te portaste tan bien en tu vida. No sabes cuánto me alegra escuchar eso. Me alegra que estés componiendo, que estés tocando, que estés tranquilo.

Sabes que escuché todos tus discos. Desde “Vida” hasta “Kill Gil” y todos son obras maestras. Todos destilan genialidad. En todos se nota una pasión por la música y una conexión contigo mismo desconcertante. Es lo que más me impresiona de ti. Para entenderte no necesitas conocer la historia argentina, ni tu biografía porque todo lo que sentías en el momento está plasmado de la manera más sincera en cada una de tus canciones. Canciones mágicas que me dejaron insomne, que cambiaron mi vida. Me hablaste de los dinosaurios, del aprendizaje, del idealismo, de la injusticia, de la guerra, del amor, de la soledad, de las mujeres, de la tristeza, de la ciudad, de la amistad, del cine, del paso del tiempo, del narcisismo y de los excesos. Y lo dijiste de tantas maneras. A través del folk-rock, a través del rock progresivo, del rock sinfónico, del rock psicodélico, del rock-pop, del rock duro. Siempre te tiraste a la pileta y lo experimentaste todo. ¿¿¿Qué te puedo decir??? Eras el artista completo, el más original y el más intenso de todos.

Poco a poco te volviste un ícono, un símbolo. Todo por ser el PRIMERO. Concitaste la atención de desconocidos y empezaste a rodearte de gente que no era la tuya. Empezaste a cargar con problemas que no eran tuyos. Empezaste a adquirir costumbres que te alejaron de ti. Los excesos no se detenían y llegaste un punto en que volcaste toda tu intensidad contra ti mismo. La verdad es que no sé como aguantaste tanto tiempo así, pero creo que puedo darte una idea. Fue la música lo que te mantuvo vivo. Ese arte maravilloso que derriba barreras. El arte que toda persona disfruta. El arte universal. Y fue tu talento, esa marca indeleble que llevas desde que naciste lo que te impulsó a seguir tocando, a seguir creando a pesar que tu cuerpo y tu mente no podían más.

Recuerdo cuando leí el reportaje que te hicieron en marzo de este año: http://www.rollingstone.com.ar/nota.asp?nota_id=1020573. Terminé de leerlo y me puse a llorar. Era la crónica gris de la desesperanza total del genio. Era Nietzche... era Van Gogh en pleno siglo XXI. No lo podía creer. Habías llevado al extremo tu cuerpo y tu mente; y sin embargo hablabas con tanta claridad acerca del presente. Estaba indignado. Como un ser tan maravilloso se había aislado tanto del mundo. Como a una persona así podía estar tan sola, como podías estar tan triste, tan desesperado. Alguien tenía que hacer algo. Al final, tú lo hiciste. Y sé que fue difícil. Más fácil para ti sería morirte y que te recuerden como mártir. Que recuerden tu pasado glorioso que ningún escándalo pudo borrar. Sin embargo, eres un luchador. Contra los que todos creían demostraste que creías en vivir. Que la vida está por sobre todas las cosas y que uno no puede renunciar a ella. Que uno debe luchar por ella. Que uno puede enfrentarse a los demonios (sobre todo los internos) y que puede vencerlos.

La vida es un misterio, Charly. Como dijiste alguna vez “no existe una escuela que enseñe a vivir”. Es cierto, por más que uno se esfuerce nunca podrá encontrar una verdad permanente y absoluta. Recuerda que el tiempo y las personas cambian, pero que las experiencias nunca se agotan. Y la mejor manera de aprovecharlas es asumirlas como propias. Creo que estás en ese proceso y espero que sigas por ese camino. No pienses en los discos, ni en los conciertos, ni en el futuro. Tranquilo nomás flaco, que poco a poco irás encontrándote contigo. Disfruta de tu paz y tu felicidad. Solo puedo desearte eso. Un abrazo,

Rodolfo.

P.D. Acabo de ver una foto tuya tocando con la gente que te acompañó a fines de los ‘80s y comienzos de los ‘90s (García López, Samalea, Quinteiro), pareciera que quieren juntarse de vuelta. También sé que estás tocando con Pedro, con Nito y con León, compañeros de ruta en diferentes momentos de tu vida. Me da gusto eso. Que estés recuperando a tus verdaderos amigos y de la mejor manera posible. A través de la música. Eso demuestra que la música y en general el arte están por encima del dinero, las drogas y la fama. Ahora no se dan cuenta, pero están dando una lección de idealismo en una época que realmente lo necesita. Una vez más, gracias maestro.

1 comentario:

Serafia dijo...

asuuu q fuerte!!! sobre todo para esta fecha q bravazo en realidad...que bonito, muy bueno :)...ahora a esperar a horas del gran día!